Reseña de la conferencia "Excesos y alternativas en salud mental"

El pasado 1 de junio se celebró la asamblea de nuestra asociación. Antes de dar comienzo el compañero de asociación Alberto Ortiz Lobo realizó una conferencia con el título "Excesos y alternativas en salud mental". Os dejamos una breve reseña de lo que nos explicó y sobre lo que allí se discutió posteriormente en el debate:

La conferencia trató desde una perspectiva crítica nuestra práctica asistencial y dio algunas explicaciones de por qué se está interviniendo de forma tan excesiva desde los dispositivos de salud mental y, en muchas ocasiones, sin plantearse los daños que irían asociados.

Partiendo de que el discurso psiquiátrico moderno, fundamentado en una ontología realista y una epistemología de correspondencia, hace que el método científico parezca la única forma válida de conocimiento en salud mental, el discurso de los profesionales se coparía de leyes universales/verdades que bloquearían pensar en alternativas. Esto resultaría conflictivo, además, porque la verdad autoriza a juzgar e intervenir sobre el otro.

En este sentido, expuso cómo la ciudadanía ha cambiado su posición respecto a los sentimientos “negativos” favoreciéndose así la psicopatologización de la vida cotidiana. Recordó que hay sufrimientos sanos y adaptativos que te hacen crecer y que con nuestra intervención profesional no solo vendemos falsas esperanzas, infantilizamos y generamos dependencias inútiles, sino que promovemos resignación en la medida en que sedamos la indignación que permitiría a las personas pelear. Nos convertiríamos de esta manera en colaboracionistas con las injusticias sociales.

Por otro lado, señaló algunos métodos bien instaurados en la práctica habitual como generadores de daño. Habló del diagnóstico categorial, que se ha considerado la nueva camisa de fuerza, y criticó la psicoeducación porque promueve una aproximación dicotómica al malestar psíquico, cosa que dificulta el llegar a acuerdos o decisiones compartidas.

También subrayó que los métodos coercitivos no solo incluirían la sujeción mecánica sino que también existiría la llamada coerción “blanda” que englobaría el tratamiento involuntario y los chantajes y amenazas dirigidas habitualmente a asegurar la toma de medicación, entre otros.

Ante este panorama planteó algunas alternativas que implicarían un menor daño, enfatizando que no vale cualquier cosa, que no solo se necesita diálogo y solidaridad. Afirmó que el camino entre la coerción y la negligencia puede ser muy estrecho y que debemos evitar caer en cualquiera de los dos lados.

Como ejemplos de alternativas concretas, señaló el revindicar una formación en prevención cuaternaria y tener en cuenta la indicación de no tratamiento. Ésta consistiría a grandes rasgos, en la deconstrucción de la versión inicial patológica de lo que está sucediendo para resignificarla en una nueva versión contextualizada y sana. También aludió a la experiencia de las crisis houses en Londres y a la de Tromso en Noruega, para repensar el lugar donde se tratan las crisis.

Y, como otras posibilidades, también planteó los grupos de ayuda mutua (GAM), el trabajar a partir de la garantía de los derechos humanos de las personas con problemas de salud mental (que se apoya en la convención de Nueva York), el trabajar con las narrativas de la experiencia de enfermar, cuestionarse el diagnóstico categorial, considerar la deprescripción de fármacos y tender a una relación terapéutica horizontal (pero no indiferenciada) para propiciar la toma de decisiones compartidas y las voluntades anticipadas.


Con la psicologización de los problemas sociales se evita que salgan a la luz las verdaderas causas del malestar y que se señale con el dedo a los responsables”

Los profesionales se convierten en servidores del adaptacionismo de los sujetos a las injusticias sociales Ian Parker



AQUÍ PODÉIS DESCARGAR EL DOCUMENTO DE LA CONFERENCIA que Alberto amablemente nos ha cedido para su difusión.